Los aceites vegetales disuelven y absorben los componentes activos esenciales de las hierbas, que se encuentran en las fibras de las plantas. El resultado son pomadas o bálsamos muy aromáticos que suavizan la piel y contribuyen a aliviar la sequedad y el agrietamiento.
La base oleosa también sirve para favorecer que ciertos componentes activos penetren a través de las capas superiores de la piel, mejorando sus efectos. Antes los herbolarios usaban también vaselina o parafina como base. Esas sustancias forman una barrera sobre la piel y no penetran igual que el aceite vegetal. Son muy preferibles los aceites vegetales de buena calidad, que, además de facilitar la absorción de los componentes herbales, aportan sus propios nutrientes.
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